Tres víctimas del ataque terrorista de Bondi Beach permanecen en estado crítico más de dos semanas después del tiroteo masivo.
NSW Health ha confirmado que nueve personas todavía están recibiendo tratamiento en los hospitales de Sydney.
El lunes dijo que expresó su “más sentido pésame a las familias, amigos y seres queridos de quienes murieron y resultaron heridos en Bondi Beach” y confirmó que los pacientes seguían siendo dados de alta mientras que otros seguían recibiendo atención médica cercana.
Durante la celebración de Hanukkah, 15 personas murieron, entre ellas un niño de diez años. Imagen: NewsWire / Monique Harmer
A las 7.30 a.m. del lunes, un paciente se encontraba en condición estable en el Hospital Prince of Wales, mientras que otro permanecía en condición crítica pero estable en el Hospital St George.
En el Hospital St Vincent, dos pacientes se encontraban en condición crítica pero estable y otros dos figuraban como estables, mientras que tres pacientes en el Hospital Royal Prince Alfred también se encontraban en condición estable.
El ataque ocurrió el 14 de diciembre durante una celebración de Hanukkah en Bondi Beach, donde cientos de familias se habían reunido para un evento comunitario para marcar el inicio de la festividad judía.
La celebración “Hanukkah by the Sea”, un elemento básico de la gran comunidad judía de Bondi, se llevó a cabo en un parque cerca de la playa y se anunció públicamente.
Poco antes de las 6:45 p.m., dos hombres armados abrieron fuego contra la multitud desde posiciones elevadas cercanas, provocando pánico mientras la gente huía y se refugiaba.
El primer ministro Anthony Albanese describió el ataque de Bondi como “un acto de antisemitismo malvado”. Imagen: NewsWire / Martin Ollman
En cuestión de minutos, las llamadas de emergencia inundaron a las autoridades y la policía y equipos de ambulancias acudieron al lugar.
La policía de Nueva Gales del Sur disparó contra ambos hombres armados en el incidente, matando a uno e hiriendo de gravedad al otro, que luego fue detenido.
Más de 40 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales de todo Sydney mientras respondían más de 100 socorristas.
Más tarde esa noche, la policía declaró el incidente como un ataque terrorista y Anthony Albanese lo describió como “un acto de antisemitismo malvado” que golpeó el corazón de la nación.
En los últimos días, las familias de las víctimas han pedido públicamente al primer ministro que establezca una comisión real de la Commonwealth para investigar el ataque, argumentando que la respuesta hasta el momento no va lo suficientemente lejos.
Albanese se ha resistido hasta ahora a estos llamados, diciendo que una investigación en Nueva Gales del Sur sería suficiente.