En una época en la que nuestras vidas están llenas de problemas Las mentiras se celebran en lugar de castigarseEl 28 de diciembre debería ser el día de los inocentes que todavía creen que la honestidad crítica es el rincón más cercano a la verdad. Son las mismas personas que no confían en quienes lo harán. yoyó gritó hacia adelante: “siempre digo la verdad“. No falla, se declara detector de mentiras andante y, un segundo después, puede realizar un intención asesina Nadie le preguntó.
pero La hiperconectividad digital en la que estamos inmersos fomenta el ajetreo de los empresarios y esconde la honestidad. Porque lo dudaba. Porque explora los matices. Porque incluso se atreve a discutir en un espacio donde no hay lugar para la discusión. Es el “gran golpe” del algoritmo y recompensa las abreviaturas que llegan a nuestros enchufes. Para que no nos detengamos a pensar y cuestionar nuestros propios prejuicios.
Un consumo tan compulsivo viral Hay barra libre para estafadores. El propio Santo Niño es un buen detector de traficantes en la realidad simplificada. Basta ver cómo se juega el chiste. Algunos empresarios utilizan su inocente excusa para publicar un titular enfermizo para asegurar sus numerosos intereses. Número de clics. Saben que probablemente sea cierto. Saben que mucha gente quiere que sea real, así que con gusto lo copiarán.
También hay algunas personas honestas que comprenden la belleza de la clásica tradición del Día de los Inocentes. ellos son esos Eligen convertir en “noticias” fantasías que sólo son posibles con bromas divertidas de la infancia.. Se trata de bromas infantiles que nos empujan a convertirnos en personas más conscientes. Aunque sólo sea para evitar parecer un idiota.
Ahora, a medida que se desarrollan las cosas, nos volvemos más reticentes. El triunfo del ruido nos ha impulsado incluso a cambiar la forma de ver lo que se avecina. Hemos pasado de la esperanza al miedo que nos frena. Sabemos que el futuro no siempre es sinónimo de progreso. Quizás ese sea el punto de recuperar los habituales chistes inocentes. Algo que esconde ironía en nuestros rostros de desconcierto.
Tragándonos el surrealismo más increíble del 28 de diciembre, tal vez, al menos, nos demos cuenta de lo fácil que nos convence y de lo fácil que nos engañan. Incluso podría convertirse en un atajo para “inocente”, “ingenuo”, “nerd” o “utópico”, palabras que suenan bien y no implican insultos. Los que abusan de la verdad hasta privarla de todo valor. Claro, porque siempre dicen “su verdad”.