En su primer discurso como presidente electo, el abanderado de derecha José Antonio Castro moderó las expectativas para su futuro mandato: “Los resultados no se verán al día siguiente, se necesita perseverancia, fuerza y sabiduría”. La fundadora de la ultraderecha republicana y comunista Jeannette Jara (41,8%) encabezó con un 58,1%, arremetió contra Dios y su familia en un discurso de tono conciliador, convocante e institucional ante sus seguidores en la comuna de Las Condes, en el oriente de Santiago. “Chile gana aquí, trayendo consigo la promesa de una vida sin miedo”, dijo en sus primeras palabras como ganador, que duraron casi una hora, subrayando el enfoque de su gobierno en combatir la inseguridad, el narcotráfico, promover el crecimiento económico y endurecer los controles migratorios. Además, si bien reiteró que renunciaría a la organización que fundó para convertirse en “presidente de todos los chilenos”, destacó que no podía imaginar un gobierno sin el tradicional chileno Vamos.
Castro, acompañado de su esposa, la futura primera dama Pía Adriasola, llegó alrededor de las 22:00 horas. Tras reunirse con la candidata Jarrah, que no está bajo su mando, elogió su “valentía” por asumir un desafío “muy difícil” y unirse con el pueblo. El presidente saliente, Gabriel Boric, lo llamó después de los resultados, lo invitó a La Moneda el lunes por la mañana y le propuso una futura cooperación, continuando una tradición republicana. “En algún momento también sabrás lo que significa la soledad en el poder”, le advirtió el izquierdista. La expresidenta socialista Michelle Bachelet también se comunicó con el candidato ganador para hablar sobre los desafíos que enfrenta Chile.
En su discurso, al tiempo que subrayó estas diferencias, recordó a sus antecesores de izquierda y centro izquierda -Patricio Irving, Ricardo Lagos, Bachelet-, así como al demócrata cristiano Eduardo Frei, y rindió especial homenaje al presidente de dos mandatos, Sebastián Piñera, fallecido en un accidente en 2024.
Si bien moderó las expectativas -en lo económico “vamos a tener un año duro, muy duro”; “No es magia, lo que les garantizo es trabajo, orden, decisiones y convicción”, envió también una señal a los electores y a la oposición, instándolos a trabajar juntos y abriendo la puerta a la crítica constructiva. “Esta autorización no admite demoras. En Chile se producirán cambios reales y muy pronto se empezarán a sentir”, afirmó, y a partir del 11 de marzo “nos sorprenderemos”. En un tono paternalista, casi académico, instó a la gente a levantarse temprano, ser feliz, comportarse bien en la escuela, pintar las paredes rayadas del barrio y otras tareas cívicas.
Insistió en que a partir del lunes comienza “un período de responsabilidad, de trabajo intenso y de decisiones difíciles”. “Este no es un objetivo, sino un punto de partida”, señaló, ya que la victoria de Chile el domingo “está en línea con las reglas y exige que el país las respete”. “En este punto quiero ser muy claro: Chile restablecerá el Estado de derecho en todo su territorio, sin excepciones, sin privilegios. Políticos, jueces y ciudadanos”, agregó.
Alrededor de las 19.30, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, informó que habían recibido una llamada de Jara felicitando a Kast. “Estamos muy contentos y sentimos esta gran responsabilidad. Este gran significado nos recuerda cada compromiso que hemos asumido desde Arica hasta Punta Arenas”, dijo el senador electo de Valparaíso, coordinador de la Derecha del Congreso. Y agregó: “Nos sentimos muy responsables de los enormes sacrificios que se han hecho en respuesta a estas crisis que atraviesa Chile y queremos contar con todos los que trabajan por Chile, sin importar su color político”.
Castor acudió esta mañana a votar a Buín, una ciudad al sur de Santiago con una fuerte tradición campesina. El republicano llegó acompañado de su esposa, la abogada Pía Adriazola, y su principal asesor, Christian Valenzuela. “Es muy emocionante votar en mi tierra natal. Es un gran día para Chile”, afirmó. En conferencia de prensa, insistió en que su equipo está “al servicio de todos los chilenos”, pero evitó detallar su gabinete final o cómo se integrará a la formación de derecha que reforzaría su apoyo en la segunda vuelta de la campaña. “Daremos nuestras vidas para recuperar y reconstruir nuestros hogares. Por eso hacemos un llamado a la unidad para avanzar”, dijo, añadiendo que sería necesario confiar en el Congreso para implementar gran parte de su plan: “La transformación no sólo se producirá gracias a la voluntad del gobierno. Pronunciaremos muchos discursos”.

A partir del lunes, y durante los próximos tres meses, el equipo republicano afinará los detalles de su desembarco en palacio, empezando por monedas pequeñas. El centro de operaciones está ubicado en La Gloria 88, en Las Condes, a pocas cuadras de la sede del candidato ganador y está previsto que sea inaugurado. Plan de desafío 90economista Bernardo Fontaine. El objetivo es preparar una serie de medidas que se implementarán dentro de los primeros tres meses del gobierno para “marcar la diferencia y lograr un cambio real y profundo”, principalmente en materia de inmigración, seguridad y reforma judicial. Castor anunció en rueda de prensa tras la votación que invitarían a médicos, vecinos, profesores y ciudadanía en general a colaborar para solucionar el problema. “No queremos que nadie quede olvidado en Chile”, afirmó.